lavativario

Escaparate de curiosidades. Una suerte de guía de lugares, comidas, libros, discos, bebidas y otros un poco fuera de los estándares más usuales y hecha desde una óptica muy personal. Esas cosas que sólo le recomiendas a tus amigos más cercanos.

Wednesday, July 16, 2008

Back to the lavativa...

Mea culpa y todo lo demás…

Me costó volver. Primero me atacó el “efecto blogger”, que te hace darte cuenta de lo pelúo que es mantener un blog activo. Después, me pasaron unas cuántas cosas que no me dejaban escribir. Pero ahora creo que puedo hacerlo mejor. Sólo quiero darles las gracias a todos los que me regañaron para hacer que volviera. Un beso grande y nos vemos por aquí…

Háblame de ti…

Para todos los que quieran comentar, sugerir o ir más allá del blog (¡sin pasarse, ah!), abrí este correo: lavativario@gmail.com Los espero por aquí.

¿Banksy al descubierto?


No podía re-arrancar mi querido blog sin hablar de mi querido artista callejero, aunque confieso que la fascinación que ha despertado en personajes de la farándula como los Jolie-Pitt me mantuvo un poco alejada de él y sus peripecias últimamente.

Pero ahora resulta que un periódico llamado The Mail On Sunday dice haber descubierto quién es Banksy. Y la cosa es un poco decepcionante. Se supone que el grafittero más buscado del mundo es un muchacho de 34 años llamado Robin Gunningham, educado en un colegio privado británico y que paga los recibos de la luz a tiempo.

Claro, la tesis del diario se sustenta en el testimonio de unos compañeros de colegio y una supuesta foto en la que Banksy aparece haciendo un grafitti en Jamaica. Lo que no es 100% confiable, pero nunca se sabe.

Lo cierto es que, mientras nadie lo conozca, Banksy seguirá siendo una figura mítica del arte contemporáneo. Ojalá que el mito del artista alborotador no se caiga al develarse una identidad más aburrida que Clark Kent. ¡Banksy, no te dejes!

Mis zapatos favoritos


No voy a nombrar al señor Manolo Blahnik, porque nunca he tenido un par de esos bichos. No hasta ahora, claro. A lo mejor la gente de RRPP de la marca lee este blog y se conmueven. Si es así, sepan que calzo 38 y que prefiero las sandalias, gracias. Y sí, soy frívola y no me acompleja.

Hay que ser mujer para saber lo que se siente comprarse un par de zapatos que a) te encantan, b) son comodonnasummer, c) te quedan bien con todo, d) todo el mundo te bucea y e) te costaron baratísimos. Si uno logra conjugar todo eso en un par de zapatos, cosa que sucede cada muchísimo tiempo, se puede considerar realizada por un ratico.
Eso me pasó cuando, en mis adoradas caminatas por Chacao viejo, encontré estas cholitas. Son la versión pobre de las Melissas (que llegaron a Venezuela como 20 años después y carísimas, qué horror). Cuestan 20 bolívares fuertes o 20 mil débiles y se consiguen en las quincallitas. La doña que me vendió las mías (en la calle José Félix Ribas), me dijo que eran buenísimas para pasar coleto y me interrogó sobre cómo preparar unas lentejitas anaranjadas que yo acababa de comprar (que también abundan en Chacao y son lo máximo, ya les contaré). Lo que la señora no sospecha es que me las pongo hasta para ir a trabajar y que mis amigas más sifrinas han delirado ante su encanto. El Nirvana zapatil, pues.

Anillo de compromiso


En algún momento caí en cuenta. Esa escenita que tanto me hizo soñar cuando era una adolescente, en la que el tipo le sirve a la jeva una copa de champaña en un restaurant bellísimo y saca una cajita chiquita, la abre y le muestra un anillo con tremendo diamante, mientras le propone que se case con él, yo no la voy a protagonizar.

No es que no tenga el novio, y tal. Lo que pasa es que ni la escena, ni el anillo son una cosas como de nuestro estilo. Ustedes entienden: nos las damos de (pos)modernos.

Pero el otro día vi este anillito en Zoco y no me pude resistir. Entonces decidí comprometerme conmigo misma y encasquetármelo en el anular, de donde no ha salido desde entonces porque combina con todo y es sencillamente perfecto. Se llama "Diamond Ring" y viene por tallas. 

Hasta mi amigo el librero de Centro Plaza, que es más serio que el futuro del planeta con el calentamiento global, lo vio y me dijo: ¡qué vaina más buena! 

De compras con Angelika



La Taschen ahora sí que se pasó. Ustedes saben que yo soy una fan absoluta de sus libros, pero es que esto es tumoch.
Es una nueva colección de guías de viaje, muy al estilo de los Icons de Tashen, escritas y recopiladas por la propia Angelika Taschen. Tiendas, hoteles, restaurantes “y más…” (frase de remate que le queda mal a todo el mundo menos a esta gente), en los que ella misma ha comprado, se ha hospedado o se ha comido algo rico. Sucuchos de las ciudades más maravillosas del planeta. Algunos son caros y glamorosos, otros, simplemente irresistibles.
Los libros, además, son una joya. Con una carátula ilustrada muy al estilo The New Yorker, con protector plástico para que no se te dañen cuando los lleves a pasear e impresos en una hermosa cartulina satinada. Impelables. Algunos títulos se consiguen en las Tecni Ciencias.