lavativario

Escaparate de curiosidades. Una suerte de guía de lugares, comidas, libros, discos, bebidas y otros un poco fuera de los estándares más usuales y hecha desde una óptica muy personal. Esas cosas que sólo le recomiendas a tus amigos más cercanos.

Tuesday, October 14, 2008

Los hombrecitos de Arnal Ballester


Creo que hace años les hablé de los libros que hace Media Vaca, una editorial de Valencia (España) en la que no me molestaría que me ofrecieran un trabajito un día de estos.
Arnal Ballester, uno de mis ilustradores favoritos, ha trabajado varias veces con Media Vaca y acaba de recibir nada menos que el primer Premio Nacional de Ilustración que otorga el Ministerio de Cultura de la Madre Patria. Este catalán, licenciado en Historia de la Universidad Autónoma de Barcelona, estudió arte en la escuela Massana de la Ciudad Condal, donde actualmente da clases. Tiene años ilustrando maravillosos libros para niños, entre los que seguro les sonará el Chamario que hizo con Eduardo Polo (nuestro querido y recordado Eugenio Montejo), con Ekaré, en 2004. Pueden revisar su sitio web www.arnalballester.com y deleitarse con sus ilustraciones y animaciones. Los libros de Media Vaca se consiguen el la librería Estudios, que queda detrás del Centro San Ignacio y el Chamario está en casi todas las librerías que tienen sección infantil. ¡Enhorabuena, Arnal!

Como adulto contemporáneo con juguete viejo


A Eduardo Hernández y Lester Romero se les ocurrió la genial idea de poner en la red jugueticos nostálgicos que le arrancarán las lágrimas a más de uno. Su página se llama www.retrotoys.com.ve y si ustedes tienen más de 25 es probable que encuentren aquí algún coroto que les recuerde al que tuvieron en su infancia y su mamá les botó porque “ya estaba feísimo ese bicho”. Aquí pueden comprar o vender barbies viejas, muñecas barriguitas, carritos de Snoopy, ediciones descontinuadas de los juguetes de la cajita feliz, tazos y, hasta hace una semana, un osito Misha de las olimpiadas de Moscú 1980 (sí me antojé mal de ese osito y me lo compré, lo siento). La que ven en esta imagen es una muñeca de la original Mujer biónica (impelable).
En el sitio también pueden ver las fascinantes historias (¡y fotos!) de unos cuantos “retrotoyers”, adultos que tienen importantes colecciones de juguetes, y sus peroles. Vale decir que tienen un excelente servicio, poco usual en estas latitudes. No se los pierdan.

Los riñones (engastados en diamantes) de Hirst


Primero que nada hago mea culpa: me gusta el trabajo de Damien Hirst. Me gustan su tiburón metido en resina, los cadáveres humanos en pose de modelo de Vogue y la calavera de diamantes. Me gusta que ponga a la gente a ir a un museo a ver a la muerte detenida, suspendida en el aire.
Ahora bien: no sé si estoy entendiendo su más reciente chiste. El tipo mandó a unos amigotes suyos a pujar por una de sus obras en una subasta y elevaron el precio considerablemente. Probablemente esto forme parte de la obra de Hirst. Se estará burlando de quienes, de la noche a la mañana, son expertos en arte y pujan cientos de miles de dólares en una subasta para quedarse con alguna chuchería de la que no saben mucho más excepto cuánto pagaron por ella (y es tras lo que realmente han ido). Eso es lo que yo creo. Y, ya saben, los chistes contra el establishment normalmente dan risa, sobre todo a los pelabolas que no participamos de las subastas.
Creo que esta vez se le fue un poco la mano al señor Hirst. No veo cómo los señores víctimas de su chistecito van a seguir comprando sus obras. Y bueno, cuando el humor mata a la gallina de los huevos de oro… Que nos explique el chiste, por favor.

La abuelita de Courtney Love


No era ninguna señora tierna que hacía pies de manzana (de esos que en las comiquitas ponen a enfriar en una ventana, con el único objeto de que un gato se los robe). Es una de las escritoras más impresionantes a las que haya leído, y necesito presentárselas: se llama Paula Fox y llegué a ella después de que a Rafa (el blogger consorte) le diera la fiebre de leerse todos los libros que encontrara de esta mujer. No es para menos. Vale decir que él llegó hasta ella porque nada menos que Jonatahn Franzen la descubrió y se encargó de difundirla por ahí.
Hasta ahora sólo leí dos de ellos, y les prometo que los párrafos que salen de sus dedos despiertan la envidia de cualquiera que haya tenido en la cabeza la idea de escribir. El dios de las pesadillas (ya nada más el título le quedó un poco bueno), es una historia contada en la New Orleáns de los albores de la Segunda Guerra Mundial, en la que un grupo de personas se van a reunir por circunstancias más o menos inesperadas y van a terminar sirviendo de fotografía de muchas cosas que suponemos de la sociedad norteamericana. Y Personajes desesperados es una de esas novelas en la que cada página predice que algo malo, malísimo está a punto de pasar y en la que al final es casi irrelevante si pasó o no, porque lo que te importa es haber llegado hasta ahí y pasado por las anécdotas y las vidas de los personajes, maravillosamente elaborados. Esta es una escritora imprescindible. Y sí, casualmente, es la abuela de Courtney Love. Pero ésa, es otra historia que les contaré otro día. Por ahora, vayan a buscar estos libros.