lavativario

Escaparate de curiosidades. Una suerte de guía de lugares, comidas, libros, discos, bebidas y otros un poco fuera de los estándares más usuales y hecha desde una óptica muy personal. Esas cosas que sólo le recomiendas a tus amigos más cercanos.

Sunday, September 14, 2008

los marcianos llegaron ya


La primera vez que me los topé, esto no era un blog, sino una columna que salía quincenalmente en el-nacional.com. Eso fue en 2005 en un viaje a París y Barcelona y en ambas ciudades me llamaron la atención: los marcianitos a los que tantas veces traté de eliminar en las incontables horas de Intellivision, en el juego Space Invaders, estaban allí, en las calles de Saint Germain y del Barrio Gótico. Hoy la nota se actualiza: el mismo artista encargado de este hermosísimo sabotaje ya suma 37 ciudades a su cuenta y algunos de sus entusiastas seguidores buscan esperanzados en las paredes a ver si es que el hombre se decidió a visitarles. “Invader”, como se hace llamar, es un artista francés que lleva ocho años dejando su huella en forma de estas criaturas espaciales en los rincones más insospechados y actuando, como hacen los artistas ahora, en el anonimato y sin permiso. Eso sí: cualquiera que haya jugado videojuegos en los ochentas los reconocerá al instante y es probable que más de uno, como me pasó a mí, se conmueva. Tiene un sitio web: www.space-invaders.com donde pueden contemplarse sus pixeladas hazañas, además de otras iniciativas en las que se ha embarcado, como ediciones de libros y mapas de sus invasiones. Vale decir que el juego que le sirviera a este señor de inspiración acaba de cumplir 30 añitos y que no están pagando por tan brillante publicidad (aunque serían perfectamente capaces de querer cobrarle derechos de autor). Te queremos, Invader.

Mi hermanita design



“Mi hermanita” era el principio de lo que yo solía recitar ante una profesora para dar alguna excusa por una tarea no entregada a tiempo (un equivalente de “el perro me comió la tarea”), una llegada tarde a la clase o un intento (casi siempre infructuoso) de fuga más temprano. Pero ya crecimos, yo no tengo más profesoras y mi hermanita ya es grande. Tan grande es que estudia diseño de modas y está a punto de graduarse. Sé que me va a odiar por haber escrito esto así, pero hermanita es hermanita hasta que uno se muera. El cuento es que en su pasado semestre, mi hermana hizo este chaquetín del que me enamoré instantáneamente y, como verán, decidí sacarle provecho. Es súper bello, reversible y le da buena pinta a cualquier camisetica y bluyín o faldita.
Como me ha ido tan bien con él, le propuse que los hiciera para vender, y se animó. Los está haciendo por encargo. Pueden escribirle a su correo b-rod@hotmail.com (o al mío, y yo le paso a ella las señas) para encargar el suyo. Sólo le dicen su talla en camisas y se ponen de acuerdo para los colores y la entrega. Cuesta 150 solidarios bolívares fuertes.

Yoga por la paz

Mi profe, Pedro Luis Otero, está organizando un evento que me da buena vibra nada más de imaginármelo: Se llama Yoga por la paz y es una sesión de 108 salutaciones al sol en conjunto, hechas en el nombre de la paz. Se va a celebrar el próximo 21 de septiembre, que es el Día de la Paz, en la Plaza La Castellana, a las 7 de la mañana. La idea de Pedro Luis es convertir esa redoma en un enorme mandala hecho de gente que medite en nombre de tan noble causa. Ya el evento está en Facebook, en el grupo Caracas Namaskar y pueden contactar a Pedro Luis en:
caracasnamaskar@gmail.com. Espero verlos por allá.

Recoge-latas



Soy una empedernida Recogelatas. Me la paso buscando laticas por todos lados. Me la paso comprando caramelos carísimos y tecitos horribles que no se pueden beber, únicamente para tener las laticas y ponerlas por ahí. Hace poco mi comadre Laura Hache me pasó el dato de una edición limitada de la Cerveza Zulia que anda por ahí pagando y mi otra amiga Claudia Ene me la llevó el otro día a la casa. Es bellísima. Si Milagros Socorro no se las ha comprado todas, es mejor que aprovechen y se busquen la suya. Se consiguen en Rey David y en algunos supermercados sifrinoides. Ah, y ya saben: si ven por ahí alguna lata hermosa, mal parada, no dejen de avisarme.

Luck you


Se lo había visto a una amiga y me antojé, pero quise esperar a que a ella se le pasara la fiebre para no andar de morochita Rodríguez. Es una tontería de esas que te pueden llegar a encantar: un hilito con un pequeñísimo amuleto que, se supone, te cumple un deseo o una voluntad. Hay huesitos de la suerte (esos del pollo), anillitos de lata de refresco y unas medallitas que dicen cosas lindas. Son súper cuchis y me parecen tremendo regalo, si crees en los amuletos, claro. Yo que creo en cualquier lavativa me guindé el mío y me encanta. Los tienen en Corot (C.C. Sebucán) y en Petit Pois (6ª transversal de Los Palos Grandes).

Santa Isabel

La señora Isabel tiene años (en serio, más de 20) en el mismo carrito sin nombre (pero con mexicanitos dormitando dibujados) frente al Supermercado El Patio de Los Palos Grandes (3ª Av. con 5ª transversal) preparando sus burritos (con tortilla casera), tacos, tostadas y tamales y yo, una vez más con las pilas puestas, la conocí hace como dos meses y ya la amo. No me van a creer si les digo que es la comida callejera más sana, barata y hecha con cariño que uno se puede comer en esta ciudad. Asombra ver el estado del platico de cartón después de devorar esos manjares, en el que no hay ni rastro de grasa. La doña, además es un encanto. Eso sí: paciencia, porque está ella solita con su nieto y se tarda algo en atenderte, pero vale la espera y el solazo. Mientras la esperas, no te pierdas darle una mirada al cartel totalmente Vintage del Supermercado. Es lo más. Espero que ni se les ocurra renovarlo.

Wednesday, September 03, 2008

Directamente desde el panteón de mis dioses

A estas alturas de la vida hay ciertas cosas que uno no tiene por qué justificar. Una de ellas es la fe (es más que amor, frenesí) por Brian Eno y David Byrne. Esa fe se vio alborotada cuando tuve contacto con su nuevo trabajo discográfico (por llamarlo de algún modo, aunque es mucho más que eso).Me pareció irresistible hacerme eco de lo que estos dos señores acban de inventar (y vaya que ellos lo han inventado casi todo).

Everything That Happens Will Happen Today salió a la luz pública sin la ayuda de ningún sello. Una casa de software californiana  (qué raro) les provee a estas dos deidades de la música pop la tecnología necesaria para colgar su disco de una página web. En www.everythingthathappens.com puede comprarse el disco completo para descargar en la computadora por apenas 8,99 dólares americanos. Si el cliente desea obtener el disco en físico, podrá hacerlo pagando 11,99 dólares y si realmente ama a este par, puede optar por la edición de lujo, de 69,99 dólares, que incluye videos y cuatro canciones más, entre otros beneficios.

Pero hay otra forma de escucharlo. Aquí. Sí, aquí mesmo. No es que yo me haya vuelto amiga de Eno y Byrne (claro que me encantaría, como se imaginarán, pero esas cosas no le pasan a la gente normal), sino que ellos decidieron que una bonita manera de poner su disco a circular entre su audiencia era que todo aquél que tuviera un blog o una página web pudiera colgarlo allí, para que quede pa los panas del ciberespacio. ¿No les digo?… estos dos están definitivamente en mi panteón personal.  




Un mundo maravilloso


Ayer le presté a mi amigo Fedosy mi ejemplar de Mundo Maravilloso, una novela de Javier Calvo que me parece importante recomendar. Calvo, un tipo de nuestra generación (que en España llaman Nocilla, por Nocilla Dream, otro libro que tienen que leer, por favor) con intereses comunes con los nuestros, ha escrito una novela que es un regodeo en el detalle y la referencia para fajado.
Y hay de todo: clubes de stripper, mafiosos, novelas de Stephen King que Stephen King no ha escrito, niñas con delirios paranoides, actrices porno que quieren hacer una familia, trajes de Lino Rossi. Todo en una atmósfera de comic que me resultó irresistible. Hay que leerla. Es de Literatura Mondadori y tiene una linda cubierta. Mosca que hay una película que se llama Un Mundo Maravilloso, pero no tiene nada que ver con esta historia.

Pa’ que te pique la cara

Tenía un chiste privado con mis amigos Aaron y Caty que consistía en evaluar un dulce por su capacidad de hacer que te picara la cara. Si el postre contenía demasiada azúcar y era capaz de hacerte sentir el rostro caliente o que incluso te llegara a picar, significaba que éste era apto para nuestro consumo. Con base en ese criterio, nos recomendábamos cosas que había que ir a probar por ahí.

Va para ellos (aunque ya no vivan en Caracas) y para todos mis lectores esta recomendación, que hará enrojecer peligrosamente sus mejillas: la cassattina de Delicateses Roma.

Se trata de una especie de pastelito blanco y redondo con una cerecita en el medio. Sí, parece exactamente eso que están pensando: una teta. La cosa es que cuando se muerde, contiene una capa de crema de pistachos y, bajo ésta, el mismo relleno tradicional de los canolli sicilianos: ricotta con pedacitos de chocolate y frutillas.

Tengo que decirles que una persona normal no puede comerse una entera (ni siquiera yo aguanté ese índice de picazón de cara), así que si se deciden, compártanla con otro. Ahora, la experiencia vale la pena. Si las nubes se pudieran comer serían como esto.

Delicateses Roma está en Las Acacias, entre las avenidas Gran Colombia y Cataluña, Edificio Nerone, planta baja.


Ceci nes’t pas una reseña del concierto de Kevin Johansen

Llegó con su trabuco, los The Nada, y sonó como si estuviera convencido de que la gente puede comer de sus letras y de su entusiasmo en escena. En efecto, los que estuvimos en esa sala, salimos satisfechos y con ganas de ir “a por un” pousse café.
Conocí la música de Kevin Johansen gracias a la fiebre de Daniel Centeno. “Tienes que escuchar esto”, me dijo. Y me contagié por completo con sus letras cargadas de un humor inteligente que uno quisiera ver más a menudo y sus melodías que recorren el mapa musical de muchas de las cosas que uno conoce. Me impresionó siempre como este tipo es capaz de tocar de todo y hacerlo bien, pero además con firma propia. Su música es tan suya que cuando uno la escucha experimenta esa familiaridad absurda que te crea la ilusión de que ese carajo no es un artista, sino un tipo que podría ser tu pana. Y a esta edad no soy nada groupie, que conste.
El concierto de Johansen estuvo rico por varias razones: la sala de Corp Group, más allá de su extraña distribución que hace que uno vea sólo un lado del que canta o actúa (espero que nunca se les ocurra presentar allí al Barón Ashler de Mazinger Z), resultó acogedora para la ocasión: un concierto para gente grande. A los que estaban en la sala de la derecha, les cuento que Johansen tiene tatuada, en su antebrazo izquierdo, la famosa pipa que “no es una pipa” de Magritte.
El repertorio fue generoso con quienes hemos escuchado buena parte de su trabajo pero no lo conocíamos todo, Johansen se entrega con facilidad a la audiencia y los The Nada, que eran 5, suenan como si fueran mil. Para completar, proyectaron en la pantalla unas animaciones hechas a partir de dibujos de mi idolatrado Liniers. Cuando las vi, salté del asiento y no pude evitar conmoverme como hacía tiempo no me pasaba. Fue una belleza.
Lo único que lamenté fueron las luces que emitían un rayo verde dirigido directamente a las retinas de la audiencia (me sentía como si me estuvieran sacando fotocopias) y el hecho de haber quedado delante de un grupo de fanáticas que se sabían todas las canciones y no querían que el resto de la audiencia nos fuéramos de allí sin darnos cuenta (lo cantaron todo. Todo. ¡Todo!!).
De cualquier manera, si no han oído a Kevin Johansen, es una tarea que les dejo para la casa. Créanme que no se van a arrepentir. Y gracias a Daniel por las enseñanzas recibidas.